" Limpieza Intestinal "
Salud intestinal = ¡¡¡ SALUD !!!
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No podemos pretender disfrutar de una vida sana ni resolver problemas crónicos, sin antes reestablecer la función normal de nuestros intestinos.
Los intestinos son nuestros órganos de relación primaria con el alimento.
Reciben los alimentos semi digeridos que vienen del estómago y continúa en ellos el proceso de digestión hasta obtener los elementos apropiados que pasarán a la sangre y de allí al hígado quien es el encargado de procesarlos.
El intestino delgado tiene entre 5 y 6 metros de longitud (la tonicidad vital lo reduce a un par de metros) y tiene unos 3 cm de diámetro.
Continúa el intestino grueso o colon de 1,5 metros de longitud y hasta 8 cm de diámetro.
Antiguamente se creía que el intestino delgado absorbía nutrientes y el grueso las eliminaba. Pero hoy, ya se sabe que ambos cumplen las mismas funciones.
Los intestinos, como órganos, están formados por por una compleja red de capilares (sanguíneos y linfáticos), la mucosa intestinal y la sensible microbiota que cohabita con nosotros.
Es importantísimo conocer sus funciones y características, a fin de obrar de acuerdo con sus leyes y cooperar con su función para reestablecer y mantener el orden natural.
Y es fundamental entender que la mayoría de los problemas de salud se generan en base a un desorden y malfunción intestinal.
Nuestro moderno estilo de vida y nuestro desconocimiento perjudican la actividad intestinal.
El tránsito intestinal
Resumidamente, el bolo alimenticio, que se procesa en boca y estómago está compuesto por saliva, jugos gástricos y el alimento semidigerido.
Ya en el intestino delgado recibe el aporte de secreciones pancreáticas, biliares e intestinales donde continúa la tarea de reducir estructuras complejas en otras más sencillas capaces de poder ser utilizadas por el organismo.
A grandes rasgos y gracias a la acción enzimática, bacteriana, biliar, etc, podemos decir de los carbohidratos se descomponen en azúcares simples, las proteínas en aminoácidos, y las grasas en ácidos grasos, siendo absorbidos en el intestino delgado.
Aquellas sustancias que no alcanzan a ser procesadas (como la fibra celulósica), pasan al colon, y principalmente por la acción de bacterias se completa la asimilación.
Además de muchas otras funciones, en el colon se sintetizan vitaminas como la K, el ácido fólico y la B12, las cuales se absorben, junto a minerales, agua, secreciones digestivas, etc.
Y todo material no asimilado se evacúa en forma de heces.
El proceso digestivo dura aproximadamente 20hs, avanzando por los intestinos gracias al peristaltismo (movimientos de contracción y distención de la pared abdominal). Es importante la consistencia y volumen de la materia para garantizar la excitación sobre las terminales nerviosas y pueda realizarse de manera eficiente esta estimulación motora.
Si el tránsito intestinal es lento, estamos en presencia de estreñimiento o constipación, y nuestra red de capilares absorbe desechos estancados, generando consecuencias intoxicantes.
Si el tránsito es demasiado rápido estamos en presencia de un estado diarreico, y en este caso hay mala o poca absorción de nutrientes ya que no alcanzan a ser procesados correctamente.
Este tránsito irregular genera ensuciamiento corporal. Al no procesarse en tiempo y forma habrá fermentación y putrefacción con la consecuente producción de desechos tóxicos, y favorecido por una mucosa intestinal permeable se absorben estas sustancias las cuales deberían ser evacuadas.
Además se forman costras en los pliegues intestinales (causa de divertículos), que provocan inflamación, falta de tono, mala absorción, proliferación de microorganismos nocivos (causantes de infecciones urinarias y caldo de cultivo para el desarrollo tumoral), etc.
Otro efecto del tránsito lento o estreñimiento es el prolapso de colon transverso.
Este segmento transversal y superior del colon es seriamente afectado por la sobrecarga de desechos y toxinas (moco colónico), y por propia gravedad cae empujando hacia abajo próstata, vejiga, útero, ovarios, uretra, y órganos que estén en su paso. (Esto puede generar dificultades miccionales, uterinas, prostáticas, de ovarios, hemorroides, etc.
Estos comunes prolapsos de órganos, atribuidas a partos, trabajo pesado, debilidad de tejidos, etc, no son asociadas a la caída del colon transverso.
¿Qué cosas afectan el tránsito intestinal?
Algunos factores que afectan el tránsito intestinal al perturbar el equilibrio de la flora son: el tipo de alimento, el exceso proteico, la carencia de fibra, los azúcares refinados, los aditivos (conservantes, colorantes, saborizantes, etc), los antibióticos alimentarios (en animales), los parásitos, los fluidos digestivos, los fármacos...
Esto solo justificaría el enlentecimiento y malfunción intestinal, pero también otros factores, como el abundante consumo de sustancia mucógenas y opiáceas (lácteos y trigo), que reúnen ambos problemas.
Síntomas de malfunción intestinal
Para comprender nuestro propio desorden intestinal debemos conocer el significado de normalidad.
Si los intestinos funcionan correctamente, las evacuaciones deben ser normales y generadas sin otra ayuda que una alimentación equilibrada.
Analicemos...:
-Frecuencia:
Esta responde al movimiento peristáltico de los intestinos provocado por el ingreso de alimentos al estómago. Por el cual deberíamos evacuar tantas veces como comidas importantes realicemos.
-Velocidad:
La velocidad del tránsito digestivo es de aproximadamente de entre 15 y 18 hs. Pero como nuestro estilo de vida actual (alimentos, sistema nervioso, actividad física, etc) no es el ideal que se requiere, deberíamos hacerlo a las 20hs de la ingesta. Por lo que se debe evacuar el alimento consumido en el almuerzo a la mañana siguiente.
El tipo de alimento consumido (y otras condiciones), define el tipo de flora, y ello determinará la velocidad. Los vegetarianos con mayor consumo de fibra, y con flora mayoritariamente fermentativa, tendrán evacuaciones más rápidas. Por otro lado, una dieta carnívora, con predominio de flora putrefactiva, tendrán tiempos más largos. Los alimentos refinados también causan demoras en las evacuaciones. (Para comprobar el tiempo de tránsito podemos ingerir una buena cantidad de algún alimento de color, remolacha o espinaca, y controlar el tiempo transcurrido hasta su eliminación).
-Aspecto y otras variables:
Las heces normales se deben eliminar sin dificultad, deben tener consistencia firme, sección uniforme, reducida y de estructura continua (forma de banana), color pardo, deben flotar, ausencia o casi sin olor, no debe ensuciar la loza ni el ano. (El abundante uso de papel higiénico es síntoma de malfunción intestinal de la dieta moderna).
Podemos dilucidar algunas indicaciones de una evacuación anormal, por ej:
El color; amarillento o verdoso indica problemas biliares, el oscuro, demasiado consumo de proteína animal y estreñimiento.
La falta de forma, mucho consumo de lácteos y azúcares.
Las heces contraídas, mucha sal, falta de agua y falta de fibra.
Si se hunden, falta de fibra o falta de masticación.
Sección abultada, excesiva dilatación del colon.
Color amarillento y que se pegan a la loza, problemas en el páncreas y en los niveles de glucosa en sangre.
Los gases solo deben existir ocasionalmente. La frecuencia permanente de este síntoma indica excesiva fermentación o putrefacción de los alimentos en los intestinos por tránsito lento o microbiota disbiótica (desequilibrada), o problemas hepáticos.
Un vientre prominente, indica el enlentecimiento del tránsito y acumulación de escorias en las paredes del colon, que provoca dilatación de su parte transversa y causando posibles prolapsos de los órganos inferiores.
(El Dr. Jensen reporta un intestino grueso con diámetro de 27cm. En otro caso, el de una autopsia, un colon congestionado con 18 kg de peso. Es increíble que vayamos acumulando en la vida tanta basura que se estanca en los intestinos. Simplemente comprobable con el lavaje intestinal o colónico).
La técnica del lavaje intestinal
Debido a la frecuente acumulación de desechos en nuestros intestinos y a los problemas que ello genera resulta imperioso practicar el lavaje o drenaje intestinal.
Es unas de las primeras consideraciones a tener en cuenta para comenzar a resolver problemas de salud.
Desincrustar viejos desechos o costras adheridas a la pared intestinal, eliminar parásitos, hongos, bacterias, propios de un ambiente anormal es "Imperioso y Esencial" para comenzar a reestablecer el sistema digestivo.
No podemos avanzar hacia la salud plena sin antes limpiar.
Todas las demás acciones que emprendamos darán resultados parciales, (aunque siempre es mejor algo que nada).
¿Cómo limpiamos nuestros intestinos...?
Existes diferentes técnicas de limpieza, algunas de ellas son más simples, otras dan resultados más o menos eficientes, "pero lo importante es limpiar".
Algunas de ellas son:
- La tradicional y simple purga, que se puede realizar con hierbas o sulfato de magnesio (o sal de Epson o Inglesa). (Da un resultado parcial, ya que no elimina viejas costras). Pero sirve para tratar parcialmente el estreñimiento y comenzar con la limpieza.
Método: Se prepara en un vaso agua tibia y una cucharada sopera con la sal y lo bebemos en ayunas.
-Enema: se utilizan peras de goma de diferente capacidad y se llenan con agua tibia. Esto limpia la última parte del colon descendente liberando el estancamiento o el estreñimiento, pero no llega más allá de esto. Útil para resolver problemas urgentes.
- Limpieza con agua salada, (sal común), es un poco más eficiente que el método anterior y barre más basura, ya que se ingieren algunos vasos grandes con agua tibia y salada.
Además, la sal, al ser alcalina ayuda a eliminar parásitos y hongos.
(Esto no genera hipertensión preparándola de la manera adecuada pero debemos tener en cuenta la permeabilidad intestinal).
Método: Se calienta a poca temperatura en una olla 6 litros de agua para beber y se disuelven 3 cucharadas sopera de sal por litro. Se comienza a beber un vaso cada 10 o 15 minutos mientras se realizan ciertos ejercicios de yoga para ayudar a hacer que el agua baje más rápido.
- Pero la técnica más eficiente para limpiar el intestino grueso (que es dónde se genera el mayor estancamiento de suciedad) es el lavaje colónico o terapia hidrocolónica.
Consiste en recostarse cómodamente sobre una tabla preparada para tal fin e introducir 4 o 5 cm una diminuta cánula en el ano.
Va ingresando agua a temperatura corporal aproximadamente durante 40 minutos (y que circulan unos 40 litros de agua). El agua ingresa y sale con los desechos por simple gravedad y por la diferencia entre la cánula y el ano.
La cantidad de agua circulante permite remover viejas costras pegadas a las paredes del intestino, moco colónico, parásitos, huevos de parásitos, bacterias, etc.
Con respecto a la flora bacteriana buena, consumiendo alimentos y probióticos adecuados, repoblamos el intestino con vida benéfica.
Esto permite limpiar el colon descendente, transverso y ascendente, en ese orden.
(Con este método limpiamos solo el intestino grueso, que es dónde se acumula la mayor cantidad de suciedad con el tiempo, ya que en el intestino delgado no se genera estancamiento, y que podemos ayudarlo con una purga).
Este proceso se traduce en una agradable sensación de quietud interior, mejor sueño, mejor aliento y olor corporal, desaparición de erupciones y granos, etc.
Como efectos tónicos, la estimulación del hígado, del páncreas, riñones, etc. Finalmente, comporta una mejor asimilación de nutrientes.
Todos estos métodos son naturales y confiables, sin intervención de laxantes químicos, cuyos principios activos son irritantes y tóxicos.
De todos modos, nunca debemos ser dependientes de estos métodos para regularizar la función intestinal.
Estas técnicas de limpieza deben ser utilizadas para drenar la acumulación tóxica y reestablecer el orden fisiológico, pero la regularidad intestinal debe surgir como natural consecuencia a una alimentación adaptada y sana.
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(Parte de la información aquí descripta es extraída de papers de Espacio Depurativo (Néstor Palmetti)).